Episodio 07

Carme Artigas: Cuando llegamos al Gobierno teníamos muy claro que España tenía un retraso de 10 y 12 años en desarrollo tecnológico comparado con nuestros socios europeos. Nos pusimos en marcha con el plan España Digital 2025, que ya es España Digital 2026, porque la tecnología avanza y decidimos renovarlo cada dos años. El DESI indica que desde la posición undécima que teníamos en el 2020 hemos ascendido hasta la posición séptima, en tan solo dos años. Séptima significa ser la primera de las seis grandes economías europeas.

Manuel Muñiz: Ha habido un cambio de percepción general a nivel europeo, que coincidía con el lanzamiento de todas estas estrategias y con la llegada del nuevo equipo al Gobierno de España. Pero, había una percepción de que Europa se tenía que poner a trabajar de manera muy seria en su sector tecnológico si no quería perder la siguiente ola de innovación. Eso coincidió con un equipo en España que lo veía con total claridad. Realmente, en España no hay ningún factor estructural por el que España no pueda ser un líder en este campo.

Carme Artigas: Podemos poner en valor todo el trabajo que se ha hecho en esta área de la digitalización. Heredamos una serie de portafolio legislativo muy relevante: nos tocará cerrar el reglamento de eIDAS 2 de identidad digital, nos tocará cerrar la Data Act que es la ley de datos donde realmente se está regulando los flujos de datos con terceros países y, el reglamento por estrella, que es el reglamento europeo de Inteligencia Artificial en el que España ya está poniendo en marcha el primer sandbox regulatorio, el piloto, de este reglamento futuro.

Manuel Muñiz: Un objeto central de la agenda española va a ser desarrollar y apuntalar el concepto de autonomía estratégica, el cual no tienen ningún sentido y queda vacío si no hablamos de la digitalización y de la capacidad europea en el ámbito tecnológico.

Manuel Muñiz: Estas tecnologías cambian la estructura y la distribución de poder del mundo, afectan a elementos de seguridad (como en el ámbito de la ciberseguridad); cambian el funcionamiento de la economía, cambian la generación y distribución de empleo, cambian las dinámicas de competencia, cambian cuestiones de fiscalidad; y afectan a aspectos fundamentales de derechos y libertades y de modelo político.

Carme Artigas: La crisis de la pandemia y, como consecuencia, la crisis de suministro, pone en valor que había excesiva dependencia de países terceros en algo fundamental para nuestra industria de presente y de futuro, desde las materias primas, al procesamiento en la nube, al propio talento… La estrategia que está siguiendo Europa es muy importante para recuperar las capacidades de las que delegó o abdicó.

Carme Artigas: Lo más importante de la carta de derechos es que intenta crear un espacio común de entendimiento al máximo nivel que podamos conseguir en el consenso internacional, lo hemos conseguido a nivel europeo, lo estamos consiguiente a nivel latinoamericano y lo hemos conseguido avanzar, también, a nivel de la OCDE.

Manuel Muñiz: A nivel global, UNESCO ha sido bastante pionero, fue la primera declaración aprobada por la asamblea de UNESCO a nivel global sobre principios éticos de la inteligencia artificial. Ahora también van a trabajar los derechos neurológicos, todo lo que tiene que ver con las neurotecnologías.

Manuel Muñiz: A nivel de instituciones académicas, todos tenemos una obligación de comprender y entender estas tecnologías y su dirección. De ser capaces de trazar tendencias y mirar hacia delante.

Carme Artigas: España tiene una gran oportunidad para tener un papel de liderazgo en lo que es aprovechar estas tecnologías disruptivas, para cambiar su modelo económico y su modelo productivo, y, por lo tanto, su modelo social.