La nueva era de la hiperconectividad. Redes y servicios del futuro
Para ello, conversamos con Javier Gutiérrez, Director de Estrategia y Desarrollo de Red en Telefónica España, y Lorena González, Cofundadora de INMERSIVA XR, la Asociación de Realidad Extendida de España.
¿Qué significa la superconectividad y qué impacto tiene en la economía y en la sociedad?
Javier Gutiérrez: Superconductividad es lo que espera el usuario de la red, es decir, inmediatez, acceder a una red de alta capacidad y prestaciones, con garantía de servicio y baja latencia. Eso implica desplegar la tecnología habilitadora, llevando la fibra óptica hasta los hogares y las empresas, y con tecnología de banda ancha en movilidad. En realidad, el concepto de superconectividad e inmediatez ha existido desde el principio de la historia: cuando se inventaron el telégrafo o la telefonía, supuso también un cambio de paradigma.
Lorena González: Realmente, ahora no podemos vivir sin ello. Hay muchas labores en nuestro entorno laboral, en la educación, para las que necesitamos superconectividad, porque dependemos de ello para seguir viviendo y trabajando.
¿Qué ofrece este nuevo paradigma para el desarrollo social?
Lorena González: Puede contribuir muchísimo a que la información llegue de forma más distribuida y equitativa a todo el mundo, y que todas las personas del planeta cuenten con un mejor acceso a datos para realizar tareas, estudiar o trabajar.
Javier Gutiérrez: Se podría decir que democratiza o ecualiza el acceso a la información, independientemente de procedencia social y condición.
¿Cómo explicar, de manera sencilla, qué son la realidad extendida, virtual o aumentada? ¿Y el big data, el blockchain o el Internet de las Cosas?
Lorena González: La realidad extendida es un concepto paraguas que engloba todas las tecnologías que extienden la realidad, pero no es una tecnología en sí misma, sino un concepto. En cambio, sí son tecnologías la realidad virtual, a la que accedemos con gafas que crean un espacio de realidad virtual; la realidad aumentada, a la que accedemos generalmente con móviles que añaden una capa de información digital por encima de nuestro mundo real, como Pokemon Go o los filtros de Instagram, y la realidad mixta, que es una realidad aumentada pero mejorada, a la que accedemos con dispositivos que reconocen y mapean el espacio y el entorno y colocan objetos digitales en el mundo real, logrando así que el mundo digital y real interactúen, de forma más orgánica e integrada.
Big Data es el procesamiento de gran cantidad de información, lo que permite recopilar un ingente volumen de datos, para analizarlos y obtener métricas.
Blockchain es una cadena de bloques, un sistema que nos permite realizar transacciones seguras. Cada vez que se produce una transacción, se apunta en la cadena de bloques, igual que antiguamente se hacía en el libro mayor de cuentas. La información está a su vez repartida en una red de ordenadores por todo el planeta, lo que hace imposible que esta información se piratee: sería necesario atacar toda la cadena para cambiar una línea de información. Activos digitales como los NFTs están basados en blockchain.
Comprender en qué consiste el Internet de las Cosas es bastante fácil: se basa en dispositivos conectados que transmiten información entre ellos. En ello se basa, por ejemplo, la domótica de las casas, las smart cities o sistemas de eficiencia energética en las empresas.
Por último, la inteligencia artificial es una rama de la computación que trata de asemejar el pensamiento humano, buscando sistemas de pensamiento inducido y deducido.
¿Tenemos la infraestructura necesaria para implementar y usar estas nuevas tecnologías?
Javier Gutiérrez: España se encuentra en una posición especialmente privilegiada. En Telefónica tenemos 26,5 millones de unidades inmobiliarias (hogares, locales) con fibra óptica: el 80% de los hogares está cubierto por fibra óptica, que se complementa con una red 4G masiva, con cobertura y calidad de las mayores de Europa. Las redes españolas están a la cabeza en cobertura y calidad. Además está irrumpiendo el 5G, que estamos desplegando a máxima velocidad. Solo nos falta conectar con fibra ese 20% de hogares adicionales.
¿Cómo están cambiando estas tecnologías la vida diaria de las personas?
Lorena González: La realidad virtual es muy útil en sectores como turismo o educación, muchos colegios lo están integrando para llevar alumnos a la Roma antigua o la época de los dinosaurios, por ejemplo, y facilitar el aprendizaje. La realidad aumentada y mixta se están aplicando en la industria, por ejemplo, para guiar operarios o ayudarles en el montajes de planos. Y con inteligencia artificial se está ya detectando enfermedades de la piel.
Javier Gutiérrez: Hay también un área muy interesante en el campo de la salud, para diagnósticos en remoto, atención en operaciones quirúrgicas con asesoramiento en remoto de un experto, rehabilitación de enfermos con esclerosis múltiples mediante gafas de realidad virtual que animan a realizar movimientos, con participación en grupo. En educación, es fundamental la digitalización del aprendizaje. Y en las empresas, la superconectividad como concepto disruptivo provocará que las compañías repiensen sus modelos operativos y modifiquen sus procesos industriales.
¿Qué actores se necesita implicar para que esto sea una realidad?
Javier Gutiérrez: El primer reto es la inversión. Tradicionalmente ha venido liderada por los operadores de redes del sector privado. En los últimos años se ha impulsado la colaboración público-privada, principalmente para desplegar las redes a áreas rurales. También la tecnología 5G se está acogiendo a ayudas públicas para llevar esta inmediatez a todos los entornos. Quizás lo que echamos en falta es que las grandes plataformas de contenido contribuyan de alguna forma también a sufragar ese despliegue de red, son grandes protagonistas que inundan la red con contenidos muy interesantes para los clientes, pero obligan a inversiones en capacidad que también son importantes.
Además, es necesario que las administraciones públicas para faciliten los despliegues de red y la gestión de los permisos administrativos necesarios, sobre todo para fibra óptica y 5G en áreas rurales. La nueva Ley General de Telecomunicaciones permite que para el uso de infraestructuras existentes no sea necesario solicitar permisos, y sea suficiente con una declaración responsable, pero no es sencillo.
Y también es clave la colaboración con empresas, desarrollar un ecosistema de co-creación, para que las operadoras entendamos qué necesitan incorporar las compañías en sus procesos.
Estos espacios de interacción que proporcionan las nuevas tecnologías, ¿sustituirán esferas de la realidad, o serán complementarias?
Lorena González: Son esferas complementarias, la tecnología no sustituirá a la realidad, sino que la mejorará. Pudimos comprobarlo en la pandemia: las tecnologías nos ayudaron a trabajar en remoto, realizar eventos en mundos virtuales para relacionarnos… Estas tecnologías nos ayudarán a tener más tiempo libre y a ahorrar en desplazamientos y costes. Muchas empresas han trasladado ya su formación al mundo virtual, evitando riesgos para empleados en casos como ingenieros, soldadores o pilotos. Las tecnologías mejoran la calidad de vida en todos los sentidos.
Javier Gutiérrez: Siempre que surge un nuevo paradigma se requiere un tiempo de adaptación, a veces es necesario un ajuste, pero yo creo que la gente encontrará el equilibrio, las personas necesitamos vernos y tocarnos, y las nuevas tecnologías mejoran la eficiencia y el acceso a la información. El mundo presencial y virtual encontrarán su encaje.
¿Cómo podemos mejorar las oportunidades y la atracción de talento hacia estas áreas?
Javier Gutiérrez: Escasean profesionales que conozcan estas tecnologías, a pesar de la efervescencia en el sector. Es preciso formar a los profesionales adecuados. En Telefónica apostamos por el reskilling de los empleados y desarrollamos programas como Talentum, que incorpora becarios, o Escuela 42, con una formación muy enfocada a estas nuevas necesidades. Tengamos en cuenta que en 2025 el 50% de las profesiones, tal como las conocemos, habrán cambiado. Es importante atraer talento joven a estos estudios, y romper la brecha de género en estudios en tecnología.
Lorena González: Desde Inmersiva XR promovemos la divulgación y formación sobre estas tecnologías, y apoyamos el nuevo talento. Contamos con formaciones propias, como diseño de interfaces de usuario, y ponemos el foco en que es necesario poner al usuario en el centro: los diseñadores y creativos deben ser capaces de crear estos nuevos mundo con estrategia a largo plazo, y de forma consciente, para que tenga sentido para las empresas y los usuarios.
¿Cómo lograr que el futuro tecnológico y digital sea sostenible en materia económica, social y ambiental?
Javier Gutiérrez: El desarrollo de nuevas redes es sensiblemente más sostenible: la fibra óptica consume menos energía que las infraestructuras tradicionales de conectividad por cobre y el hardware 5G es mucho más eficiente también. Es fundamental migrar las redes de conectividad a estas nuevas tecnologías de superconectividad, para poder “apagar” las antiguas, que consumen mucha más energía.
Lorena González: Ninguna empresa querrá trabajar con tecnología ineficiente, sabiendo que existe otra mejor y sostenible, la evolución es inevitable.
¿Cuál es el futuro de esta nueva era de la hiperconectividad?
Javier Gutiérrez: 2024 será el año en el que se logre una red libre de cobre, desarrollada completamente con fibra óptica y una cobertura 5G muy potente. La hiperconectividad será un hecho.
Lorena González: En los próximos años veremos una gran evolución hacia la confluencia de tecnologías, que nos llevará a disfrutar de nuevas formas de trabajar, estudiar y relacionarnos, crearán nuevos empleos y formas de vivir, con nuevas soluciones muy positivas para el desarrollo de la sociedad en genera.
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