Episodio 08

Liliana Arroyo: Cuando hablamos de brecha digital es importante tener claras dos cosas: qué es la brecha digital y cómo afecta a diferentes colectivos. La brecha digital se suele asociar por lo general a brecha de acceso, es decir: falta de conectividad, lo que afecta mucho a los entornos no urbanos, y dificultad de acceso a dispositivos. Con los datos que tenemos, sabemos que el acceso a dispositivos es un problema menor, porque más del 90% de la población tiene ya acceso a un teléfono móvil. Las grandes brechas son las de uso y las de calidad de uso, aquí está la diferencia entre poder utilizar, de manera más o menos funcional, todas estas herramientas y todas estas oportunidades que nos ofrecen los entornos digitales, y hacerlo de una forma satisfactoria. Es decir, con propósito, de una forma crítica y demás.

Debemos aspirar a una inclusión social a este nivel, para que todo el mundo pueda gobernar sus vidas tanto en el ámbito digital, como en el analógico.

Raquel Jorge: Es importante señalar cuándo se creó esta Brújula Digital con el escenario 2030: se lanzó en marzo de 2012, coincidiendo con el primer aniversario del efecto causado por la pandemia de la COVID-19 en el territorio europeo, en particular.

Las instituciones europeas y, también, los Estados Miembros se dieron cuenta de que era necesario articular una transformación digital mucho más responsable, mucho más justa, mucho más inclusiva en varios ámbitos. En el ámbito de la ciudadanía en sí, para lograr que las personas obtengan unas capacidades digitales básicas, que haya más especialistas y que se logre mayor convergencia en cuanto al género. Un segundo ámbito es el de las infraestructuras, para impulsar infraestructuras digitales seguras y sostenibles. También, que las propias empresas se digitalicen. Y, finalmente, la digitalización de los servicios públicos.

Liliana Arroyo: La digitalización no ocurre por generación espontánea, hace falta acompañarla. Una de las lecciones aprendidas es que no todo el mundo tiene el mismo interés en capacitarse digitalmente, depende mucho de las motivaciones. Con lo cual, el vector de las acciones educativas nunca tiene que ser en poner la tecnología en el centro, sino estas motivaciones.

Raquel Jorge: Cuando hablamos de cómo digitalizar la educación, desde la perspectiva de inclusión, muchas veces entendemos la digitalización de la educación como un único concepto o tarea, pero yo distinguiría tres ámbitos: una cosa es fomentar la alfabetización digital; otra diferente, digitalizar en sí la infraestructura; y un tercer ámbito serían las startups que están fomentando temas de educación en tecnología.